viernes, 15 de abril de 2016

LUIS BARRAJAN EL SABIO DE LA ARQITECTURA MEXICANA..


La función de la arquitectura debe resolver el problema material sin olvidarse de las necesidades espirituales del hombre.
 

La certeza de nuestra muerte es fuente de vida, y en la religiosidad implícita en la obra de arte triunfa la vida sobre la muerte.
 

En mis jardines, en mis casas, siempre he procurado que prive el plácido murmullo del silencio, y que en mis fuentes cante el silencio.
 

Sólo en íntima comunión con la soledad puede el hombre hallarse a sí mismo. Es buena compañera, y mi arquitectura no es para quien le tema o la rehúya.
 

(...) Me he dedicado a la arquitectura "como un acto sublime de la imaginación poética"... En mi se premia.... A todo aquel que persigue la poesía y la belleza.
 

(...) Por eso pienso que en mi se premia a quienes aman y persiguen estas hermosas palabras y la realidad que ellas reflejan. No pretendo haberlo logrado pero ese ha sido el principal interés de mi vida.
 

Esto es lo que yo puedo llegar a hacer en la arquitectura de paisajes, si así quieres llamarla arquitectura hecha con muros, con juegos espaciales de dónde vas de una reja a otra reja, o de una fuente a otra.
 

No solamente es la disminución de la arquitectura, sino también la del ser humano. No le ayuda al hombre a aliviar su ansiedad - sobresaliente fenómeno de este siglo - ni le desarrolla el uso placentero del pensamiento.
 

Hemos trabajado con la esperanza de que nuestra labor coopere en la gran tarea de dignificar la vida humana por los senderos de la belleza y contribuya a levantar un dique contra el oleaje de deshumanización y vulgaridad.
 

Cualquier trabajo de arquitectura que no sea capaz de expresar serenidad es precisamente un error. Por ello es un error reemplazar la protección de los muros con el uso incontenido de ventanales enormes, cosa que impera hoy...

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